Loading
  • 26 de Fevereiro, 2010
  • Por Carlos Esperança
  • Catolicismo

Um padre católico e genocida

Padre católico ruandês Wenceslas Munyeshyaka é um genocida que a Igreja protege, à semelhança do que fez com os nazis. Não se pode dizer que é uma coisa do passado, é um crime do presente que deve ser denunciado.

Aqui fica um importante artigo de Le Monde.

Comentário do leitor que me chamou a atenção para o referido artigo:

Seja no passado mais recuado, seja antes e após a II guerra Mundial seja agora com este padre reconhecidamente mandante e executor de genocídio no Ruanda, a ICAR escolhe sempre o mesmo caminho: apoiar, esconder, proteger tudo o que é bandido. (E. C. D.)

6 thoughts on “Um padre católico e genocida”
  • Realismo

    Oh.. a igreja só protege esse genocida??? Me disseram que a igreja protege mais padres de Ruanda!

  • Realismo

    Lista de anjinhos protegidos pela ICAR!!
    Paul Marcinkus, Petar Brzica, Ivan Saric, Dragutin Kamber, Gregory Rozman, Adolf Eichmann, Klaus Barbie, Josef Mengele, Ante Pavelic…..

  • Realismo

    Curiosidade: a ICAR protegeu Andrija Artukovic, minitro de Pavelic, por 4 décadas (em Roma e nos EUA)… Na estadia dele nos EUA, a ICAR (via advogados) rechaçou várias pedidos de extradição do governo iugoslavo aos EUA. Mas em 19866 Artukovic seria extraditado…. aos 88 anos…
    Artukovic era bom amigo de Stepinac!

  • Pingback: A igreja adora proteger criminosos « BLOG da UNA

  • Joe

    http://www.guardian.co.uk/world/2001/jul/21/cat
    Catholics and collusion in genocide. The Vatican is still thwarting trials of Rwandan clerics. It's inexcusable.

    http://www.guardian.co.uk/world/2001/jul/16/ror
    Church hides Rwandan priest in Tuscany

    Catholic hierarchy in Italy helps war crimes suspect

    http://www.priestsofdarkness.com/rwanda.html
    Rwandan Genocidal Clergy

    FLORENCE, Italy — In this city bursting with beauty, one undistinguished church stands out. Neither very old nor very celebrated, the only reason for its prominence is its deputy priest, a suspect in one of the century's biggest non-war bloodbaths.

    http://www.bbc.co.uk/portuguese/noticias/2001/0
    Vaticano reage à condenação de freiras por crimes de guerra

  • Onfray

    “…El tropismo de los cristianos para los exterminios en masa es antiguo y aún continúa. Así, no hace mucho, el genocidio de tutsis en manos de los hutus de Ruanda, sostenido, defendido y apañado por la institución católica en el lugar, y por el mismo soberano pontífice,mucho más expeditivo en manifestarse a favor de los criminales de guerra genocidas, curas, religiosos o personas involucradas con la comunidad católica para que escaparan a los pelotones de fusilamiento, que en expresar una sola palabra de compasión hacia la comunidad tutsi. Porque en Ruanda, país mayoritariamente cristiano, la Iglesia ya había practicado antes del genocidio la discriminación racial con respecto al ingreso en el seminario, la formación, la dirección de las escuelas católica y la ordenación o los ascensos en la jerarquía eclesiástica. Durante el genocidio, algunos miembros del clero participaron activamente, por medio de la compra y despacho de machetes por miembros de la institución católica, localización de las víctimas y participación activa en actos de barbarie -encierro forzado en una iglesia, a la que incendiaron y luego arrasaron con bulldozers para borrar las huellas-, denuncias, movilizaciones durante las prédicas, arengas raciales… Después de las masacres, la Iglesia católica persistió en su política:uso de conventos para ocultar de la justicia a algunos culpables, activación de redes para facilitar la salida hacia países europeos a varios criminales, suministro de pasajes de avión a Europa gracias a la asociación humanitaria cristiana -Caritas Internacional, caridad bien entendida, etc.-, reubicación de sacerdotes culpables en los curatos de provincias belgas o francesas, encubrimiento de obispos implicados, recurso a posiciones negacionistas: se negaron a utilizar el término «genocida» y optaron por hablar de «guerra fratricida», etcétera. Silencioso durante los preparativos, silencioso durante las masacres – cerca de un millón de muertos en tres meses (entre abril y junio de 1994)…-, silencioso después del descubrimiento de la magnitud del desastre -llevado a cabo con la bendición de François Mitterrand-, Juan Pablo II salió de su mutismo para escribirle una carta al presidente de la república de Ruanda el 23 de abril de 1998. ¿Su contenido? ¿Lamenta los hechos? ¿Se compadece? ¿Lo siente? ¿Culpa a su clero? ¿Se desolidariza? No, en absoluto: pide que no se aplique la pena de muerte a los genocidas hutus. No hubo ni una sola mención de las víctimas.”

    Trecho do livro : Tratado de ateologia (Michel Onfray)

You must be logged in to post a comment.